Fake activista que recorrió las redes y los medios de comunicación en 2014 en una campaña de presión a TV3 para que emitiera la película Ciutat Morta.
El documental, que venía de ganar el Festival de Málaga, sí que participó en el Festival de San Sebastián, pero fuera de concurso y sin ser promocionada mediante ningún tipo de vallas publicitarias. Pese al éxito de la película TV3 se había negado a emitirla ya que su contenido de crítica política y anti represiva parecía incomodar al canal. Gracias a la repercusión de la acción TV3 la emitió (con un recorte de 5 minutos por orden judicial) alcanzando un 20% de share de la televisión pública catalana.

Los directores de la película detallan brevemente la acción en esta entrevista: «Lo que nos enseñó eso es que, en realidad, aquello pasó. La valla nunca estuvo allí, pero trascendió tanto como si hubiese estado. Estas estrategias vienen siempre de la guerrilla de la comunicación. Se trata de hackear la realidad para llevarla a tu terreno y sortear el cerco mediático».
Lucía Lijtmaer llegó a calificar la acción como cultura catalana,